HISTORIA DEL TARWI O CHOCHO
El tarwi o chocho (Lupinus mutabilis) es una leguminosa originaria de los Andes, cultivada desde tiempos ancestrales por las culturas prehispánicas de Sudamérica. Es una planta que crece en altitudes entre los 2,000 y 3,800 metros sobre el nivel del mar, en zonas que hoy comprenden países como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.
Historia Precolombina
El tarwi fue un alimento esencial para las antiguas civilizaciones andinas, como los incas, tiwanakotas y wari. Se cultivaba en terrazas agrícolas en las laderas de las montañas, junto con otros cultivos importantes como la quinua, la papa y el maíz. Debido a su alto contenido de proteínas y grasas saludables, el tarwi era considerado un alimento nutritivo y valioso. También era importante en ceremonias religiosas y se utilizaba en rituales de agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra).
Procesamiento Tradicional
El tarwi tiene alcaloides amargos que lo hacen tóxico si se consume directamente. Por esta razón, las culturas andinas desarrollaron técnicas tradicionales de desamargado, que consisten en lavar y remojar las semillas en agua corriente durante varios días para eliminar estas sustancias. Una vez procesado, el tarwi se puede consumir en sopas, guisos o como harina.
Época Colonial y Declive
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la importancia del tarwi disminuyó significativamente. Los colonizadores introdujeron nuevos cultivos y relegaron el tarwi a un segundo plano, favoreciendo plantas europeas como el trigo, la cebada y la alfalfa. Durante siglos, el tarwi fue menospreciado y su cultivo quedó restringido a zonas rurales y comunidades indígenas.
Renacimiento en la Modernidad
En las últimas décadas, el tarwi ha experimentado un renacimiento debido al creciente interés por alimentos ancestrales y sus beneficios nutricionales. Investigaciones científicas han resaltado su alto contenido de proteínas (alrededor del 40%) y grasas insaturadas, así como su potencial para combatir la desnutrición en áreas rurales. También es una fuente de fibra, minerales y vitaminas esenciales. Además, el tarwi se valora por su capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, lo que contribuye a mejorar la fertilidad de las tierras agrícolas.
Hoy en día, el tarwi está siendo revalorizado como un «superalimento» por su aporte nutricional y sus propiedades beneficiosas para la salud, como la reducción del colesterol y el control de la diabetes.
Uso y Valor Actual
En la actualidad, además de su uso en la cocina tradicional andina, el tarwi se ha adaptado a diferentes formas de consumo, como snacks, productos lácteos vegetales y harinas para la preparación de pan y pasteles. Su versatilidad y valor ecológico lo han convertido en un cultivo con potencial para enfrentar los desafíos nutricionales y ambientales del futuro.
En resumen, el tarwi o chocho es un tesoro ancestral de los Andes que ha sobrevivido a los cambios históricos y, en el presente, está siendo redescubierto como una fuente vital de nutrición y sostenibilidad.
Suscríbete Ahora