EL ORIGEN DEL CAFE
El café es una bebida popular que se obtiene de los granos tostados de la planta de café, conocida científicamente como Coffea. El origen del café se remonta a la región de Etiopía, en el Cuerno de África. La leyenda cuenta que un pastor llamado Kaldi notó que sus cabras se volvían especialmente enérgicas después de comer las bayas rojas de una planta en particular. Curioso por los efectos, probó las bayas él mismo y experimentó un aumento de energía.
Este descubrimiento se produjo en algún momento del primer milenio después de Cristo. Las bayas de café se convirtieron en una bebida popular en la región, y se elaboraba una especie de infusión a partir de las bayas tostadas. Con el tiempo, la práctica de tostar y moler los granos se extendió a través de la Península Arábiga, y así nació la tradición del café árabe.
El café se convirtió en una bebida muy apreciada en la cultura árabe y, con el tiempo, se establecieron las primeras casas de café, conocidas como «qahveh khaneh» en Persia, donde la gente se reunía para beber café, socializar y discutir. El comercio de café se extendió gradualmente a través de las rutas comerciales y llegó a lugares como Constantinopla (hoy Estambul) en el siglo XV.
Desde allí, el café se difundió por toda Europa y finalmente llegó a América. En el siglo XVII, los colonos europeos comenzaron a cultivar café en las colonias del Caribe y América del Sur, lo que llevó al desarrollo de la industria del café en América.
Hoy en día, el café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, y su historia se remonta a los antiguos pobladores de Etiopía que descubrieron las propiedades estimulantes de las bayas de café.
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